México y Colombia: No somos similares porque somos Latinoamericanos lo somos porque somos humanos


40 días MARAVILLOSOS en toda la extensión de la palabra, fueron el inicio del 2011.

40 días en México, con personas extraordinarias que se dieron a la tarea de permitirme aprenderles y que asumieron recibir de mi parte algunos de los aprendizajes de mi historia de vida. 

Sobre todo 40 días que me han hecho llegar a comenzar el 2011, ya en el plan de inicio de año en Colombia, con cambios, ampliando posibilidades, pero sobretodo retomando mi post de cierre del 2010 llenándome de preguntas para construir las respuestas en mi camino. 

La historia de cada comunidad es única; nuestra historia como Latinoamérica, si bien guarda similitudes entre nuestros países es única para cada uno de ellos. 

¿Cómo es Colombia? me preguntaban...
 - mmm Colombia es como México pero diferente. Nos parecemos en mucho y nos diferenciamos también. 

Tenemos un territorio alucinantemente bello. Para quienes me leyeron durante estos días, saben que me enamoré de Baja California Sur, pero mientras sobrevolaba el DF sabía que un país verde iba a llenarme los ojos y el alma a mi llegada. 

Tenemos una historia marcada por las revoluciones, las guerras para el caso de Colombia y el conflicto armado que históricamente hemos llevado, pero que además hoy en día se entrecruza para los dos países con el problema del narcotráfico y el cómo la mafia ha permeado todas las estructuras, tanto civiles como gubernamentales, y hacen que sea la población civil hoy la que tenga miedo, la que ceda sus espacios y sus derechos, la que se debata entre una cultura de la legalidad y una convivencia con los traficantes de drogas y quienes les ayudan desde el ejército, la polícia, las instituciones estatales. México no se está colombianizando. México puede desmexicanizarse si su sociedad civil no toma las riendas pronto del control de su destino y le exige a sus gobernantes las medidas necesarias para recuperar el control de la fuerza, pero sobre todo exige de todas las entidades el poder recuperar la confianza saneando las instituciones. México puede desmexicanizarse si la sociedad civil no logra enfrentarse al miedo y acorralar civilmente a los delincuentes y retomar el control de sus territorios a través de la civilidad, volver a salir en las noches, volver a recorrer sus estados en tranquilidad... no es fácil asumir el primer paso, pero hay que darlo. En Colombia casi nos descolombianizamos... aún seguimos en el limbo porque la mafia permeó mucho más allá de lo evidente.

Tenemos una estructura política que en gran parte nos diferencia pero que en la esencia de nuevo nos une. Si bien podemos encontrar diferentes grados de evolución (o de involución) en la conformación de nuestra estructura política, en la organización de nuestros partidos y en las dinámicas electorales y políticas, la esencia misma nos reclama recuperar nuestra identidad como seres humanos que vivimos en comunidad, como ciudadanos con derechos y deberes, y en la dinámica política de acceso al poder representativo, como es la democracia en nuestros países, personas corresponsables capaces de desarrollar unas dinámicas que faciliten la operación legislativa y ejecutiva en nuestros países en forma coherente con las necesidades de nuestras comunidades, pero especialmente con los anhelos de nación que construyamos. Si, nada más utópico, pero realmente si nos comprometieramos con regresar a una estructura de organización social que nos permita eso precisamente eso 'organizarnos' y no generar opresión por poder entre unos y otros realmente demostraríamos que estamos en procesos de evolución como seres humanos. 

Tenemos comunidades con necesidades; tenemos comunidades que aún no acceden a procesos que les permitan mejorar sus condiciones de vida; tenemos personas que nos han alejado de nuestros espacios políticos, adueñándose de las dinámicas que nos corresponden y volviéndolas corruptas y causándonos repulsión al pensarnos dentro de ellas o al decidir asumirlas. Tenemos líderes que pueden lograr transformaciones pero que al tranzar con lo 'tradicional' se vuelven más de lo mismo; tenemos líderes que pueden lograr transformaciones y que necesitan de ciudadan@s que decidan volverse equipo de sus países y de sus ciudades. 

Tenemos oportunidades similares, retos similares, posibilidades similares. La diferencia está en si decidimos aprovecharlas para el beneficio de nuestro país. Creo que tanto en Colombia, como en México la decisión está en nosotros. Y afortunadamente para mí, el encontrarme con personas en México con sueños similares a los míos y con confianza en nuestras capacidades ha sido la mejor forma de comenzar el 2011. 

Amigas y Amigos del Movimiento Nacional de Cibernautas del PRI 
MUCHAS GRACIAS POR PERMITIRME APRENDER DE USTEDES!!!

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